sábado, 2 de septiembre de 2017

Mentiras





Le llame mentiroso, y puede que la mentirosa sea yo. No sé si engañarse a uno mismo cuenta como mentira. Parte de mí se pensó que cambiarias. Y la otra parte se reía tanto de mí que lo único que podía hacer era sentir pena de mí misma. Me repetía una y otra vez que tus caricias, besos, palabras, miradas, detalles... serian solo míos, me repetía constante mente que tus promeses se cumplirían. Pero ese es el problema los humanos tendemos a pedir más de lo que nos pueden dar, así que perdón la culpa siempre fue mía por exigirte más de lo que podías dar. 





Colmaste mi vaso



I exactamente igual que la gota de agua que colmó el vaso, tu, colmaste mi paciencia. Me canse de ver cómo te llenabas la boca de promesas, que en realidad solo llenaban mi corazón de decepciones. Me canse de esperar el cambio de alguien que no quería cambiar. Me canse de tener que pedir explicaciones. Pero lo peor de todo era aguantar tus caras de mal gusto, en cuanto mi intención era buena, yo lo único que hacía era preocuparme por ti. Para ti esto era raro, jamás me lo has confesado, pero dicen que los ojos son el espejo del alma, y tus ojos más bien tristes hablaban por tu corazón, por tu alma. Te resultaba extraño que alguien te diese el valor que mereces, que se preocupase por ti, que te diese el apoyo en cada decisión, pero a la vez era sincera en tus malas decisiones y podia ser dura. Cometí errores a los ojos tristes se les abraza más y se les pregunta menos, pero no nos podemos engañar, los dos nos cansamos, el uno del otro. Yo he sacado mi propia conclusión: La gente que solo tiene mierda en su vida tiende a mandar a la mierda a la gente buena que entra en ella.